Señales

Aprendé a escuchar las voces que se pronuncian en las pequeñas cosas de la vida. Muchas son las señales que se expresan tras nuestros pasos en el día a día.
Desde el canto de los pájaros por la mañana. La melodía del río. El sonido del viento. La palabra del prójimo que pasó a nuestro lado. El papel que está abandonado en una vereda. La canción que suena desde esa casa o desde ese comercio por el cual pasaste. La pintada en la pared, y hasta la frase de una remera. De esta manera, vas a observar cómo todo habla, cómo todo se comunica con vos.

Nuestro mundo tiene la manía de la velocidad. Rapidez en las calles. Celeridad en el trabajo. Ligereza en las relaciones. Hasta en nuestras oraciones somos precipitados ¿Desde cuándo aprendimos a vivir con tanta prisa y comenzamos a perdernos las verdaderas maravillas del mundo?
Aquietá la acelerada acción de tu cotidianidad y sé más contemplativo. Mientras más pisás el acelerador, más oportunidades reales te perdés.

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