¡Fracasar es no intentarlo!

No dejes nunca de hacer lo que deseás por miedo al fracaso. Fracasar no es alcanzar la meta: ¡Fracasar es no intentarlo!
La mayor y única frustración está en no iniciar el recorrido. Hacé lo que te propongas y llegá hasta donde puedas, hermano y hermana.
Ese es tu triunfo: poner tu voluntad del empeño. Conseguirlo no es lo de menos. Lo que cuenta es la perseverancia, la determinación, la constancia y la convicción de saberte capaz para tomar el impulso hacia lo que anhelás.
Que nadie te diga: "No podés". Esa es su debilidad. No la tomes personal.

Cada día estoy más convencido de que la vida es camino, y no una meta.

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