Te deseo (Año Nuevo Astrológico)

Un abrazo fuerte en el momento preciso.
Una suave caricia que nos encienda de amor.
Unos besos que de la boca hagan su recorrido hacia el cuello y llenen de pinceladas tu cuerpo.
Un momento del día en el cual las almas se fusionen de placer.
Un envión energético hacia adelante cuando todo resulta cuesta abajo.
Unas palabras justas, que sanen el instante de dolor.
Un hombro en el cual apoyar tu cabeza y llorar, si la tristeza se hace presente.
Un par de sonrisas para la melancolía del domingo a la tarde o cualquier día bajonero.
Una mirada de complicidad y conexión telepática.
Un atardecer en el río con esa persona que te vuela la peluca.
Un amor de verdad, donde sentirte afortunada te hagan querer a ese ser como nunca amaste a alguien.
Un amigo y una amiga que sepan estar en las buenas, en las malas y en las peores, más.
Un sueño que se cumpla.
Un día donde todo quede atrás y ya no existan las penas en tu corazón. 

Todo esto y más, es lo que te deseo.
Que este año nuevo astrológico, más allá de las pruebas y las crisis, te brinden oportunidades para crecer y ser mejor persona.

Sólo quiénes la luchan, una y otra vez, descubren el verdadero significado de ser un guerrero y una guerrera en el Cosmos.


Plantando amor para tu encuentro

Siembro este espacio de palabras y recolecto sueños imposibles que ríen con las estrellas, y se pierden de amor por la Luna.
Ya no me importa si entre tu Venus y mi Marte hay una oposición o una cuadratura.
Ya no leo el horóscopo para saber qué pasará con Libra y su holgura.
Ya no consumo envases vacíos. Más bien elijo no pasar frío, mientras allá afuera la banalidad y la superficialidad se consume a gritos.
No pienso detenerme hasta que me detectes. Hasta que al observarte me reconozca en tus ojos, puerta del alma que nos conecte.
Si tu lema es "A todo o nada", es posible que estemos más cerca de hallarnos.
Me la juego, porque un corazón plagado de valentía es más dichoso que una mente que se llena de laberintos y cobardía. 

En esa esquina te espero. Allí nos vemos...

Hoy es más simple

Abrí las ventanas de la vida, permitiendo el ingreso del Sol, del paisaje que trae el aroma del campo. Observá el claro azul del cielo.
Detenete a contemplar el canto de los pájaros, el murmullo de las calles.
Sentí en el rostro y en el alma el chicotazo del viento.
La música eleva y el amor asiste, convirtiéndose ambos en dos alas que nos llevan lejos.
¡Besá! ¡Abrazá! ¡Mimá! Lo que das, vuelve a vos.
Escuchá la palabra de la persona amiga: se va a convertir en la nota más suave de la orquesta de tu vida.
Las esperanzas y las alegrías del prójimo decoran el bello arte de existir.
Si el mundo se cae, con todas estas acciones sepamos levantarnos. 

Te quiero con el alma. Te amo con el corazón.