Somos

Somos una legión de guerreros y guerreras que están batallando contra sus sombras. 
Somos quiénes dejan morir cada parte que ya no va más en nuestra vida. Le damos pelea a las resistencias internas.
Somos los valientes existenciales que vamos por nuestro completo bienestar. 
Somos los que comprendimos que la verdadera re-evolución es hacia adentro.
Somos los que nos sensibilizamos ante cada hermano y hermana que están atravesando un mal momento e intentamos brindarle dos oídos, un abrazo fuerte y una palabra de apoyo.
Somos quienes nos tendieron la mano cuando no lo esperábamos y también la mano que nunca llegó. Aquella que creíamos que estaría ahí para cuando la necesitáramos.
Somos un cúmulo de amores, correspondidos o no, que marcaron nuestra existencia para que nos sanemos, nos transformemos, aprendamos y sigamos avanzando en el camino evolutivo. 
Somos los que aman y aún así estamos aprendiendo cada vez más sobre ese importante verbo. 
Somos la lluvia que se precipita cuando las ausencias inundan los ojos. Somos la tormenta que se puede desatar en un suspiro.
Somos los que vemos con claridad, más allá de las máscaras.
Somos la noche con sus secretos y el día con su luz.

Eso sí. No somos lo que todos quieren, ni lo que todos esperan. Somos los que pocos conocen y menos comprenden.

Se necesitan

 "¡Su atención, por favor!"
Se necesitan
* Almas benevolentes.
* Corazones desarmados que se entreguen profundamente al amor.
* Espíritus fuertes para un siglo de mediocridades.
* Personas comprometidas que almacenen y brinden esperanzas.
* Menos seres frustrados que acarrean toneladas de desánimo.
* Rostros sonrientes y menos frentes que se nublen de desolación.
* Lluvias que limpien miradas tristes.
* Amigos y amigas que se arremanguen con nosotros.
* Personas besándose en la calle, en las plazas y los parques.
* Abrazos que nos conecten álmicamente, recordándonos que nuestros re-encuentros tienen la posibilidad de transformar el pasado en un presente completamente distinto.
Finalmente, se necesita hacer de cada momento una vida y de la vida un único momento.
Esto es la felicidad.

Catarsis hacia el re-nacimiento del amor

Somos una colección de nuestros amores, desilusiones, recuerdos, alegrías y aprendizajes.
Cuando nos topamos con alguien que nos marca, el camino se transforma: cambia de ruta. El destino. La vida. El futuro. Los planes. Todo se direcciona hacia un lugar que desconocemos.
El cruce de miradas. La energía que se genera en ese instante del encuentro. La química. La conexión. La piel.

Todo puede ser parte de una historia que precisaba ser contada a futuro, tal vez como relato de experiencias a otros. Una lección que sólo podía ser adquirida en ese vínculo.

¿Cuántas veces habrás dicho: "Entre todas las millones de personas que hay, justo fui a conocer a ese ser"? ¿Acaso te olvidaste que te atrajo la sonrisa de esa persona? ¿Sus formas, su esencia, sus actitudes, su vibración?

En mis 34 años de vida, me di cuenta que conocemos exactamente a quién debemos conocer. Nos enamoramos exactamente de quién debemos enamorarnos. Después, el no soltar o el aferrarse es tema de cada quién y tal vez esa sea la lección.

Es cierto que después de una ruptura, cuesta volver a sentir.
Sin embargo, llega el momento en que te arriesgás. Te la volvés a jugar porque lo que sentís, te cubre en sentimientos y tenés la valentía de poner tu corazón en juego. Volvés a empezar.
Más allá de todo lo que ocurra, tenés la oportunidad de amar a tus amores correspondidos, así como también a tus desilusiones. 
Las cicatrices y las marcas son exactamente lo que tenía que pasar.

Agradecé que atravesaste esa experiencia, y que hoy sos más fuerte de lo que creías. 
Nada es accidental. 

¡Preparate, que lo mejor está por llegar a tu vida!

Desde mi soberano corazón, estas palabras para quién pueda recibirlas, comprenderlas e integrarlas a su existencia.

Alquimizando: "Transmutando energías".

Transformando...

Caídas en fortalecimiento y experiencias.
Lágrimas en acuarelas. 
El llanto desconsolado en risas y carcajadas.
El desánimo en entusiasmo.
Las discusiones en debates.
El peso en pasos concretos.
La negación en integración.
Las sombras en iluminación.
La soledad en presencia. 
Los fracasos en avances.
El miedo en coraje.
Las dudas en señales.
El corte en regeneración.
El abandono en autonomía.
El juicio en criterio.
El roto en proceso de curación es un valiente existencial.